- Ante la opacidad del proyecto, ciudadanos solicitaron la información a la Sedena, pero la dependencia federal indicó que no cuenta con la información solicitada.
El diputado Carlos León García, integrante de la Bancada Naranja en el Congreso de la Unión, presentó este miércoles una proposición con punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y al Gobierno del Estado de Sonora transparentar los documentos relativos al proyecto de reubicación de las vías férreas entre los municipios de Ímuris y Nogales.
De igual manera, ante las afectaciones en viviendas, negocios y zonas naturales protegidas que provoca este proyecto, el punto de acuerdo del legislador federal también busca que la Sedena consulte a la población para generar propuestas alternativas de trazado de la ruta.
En conferencia de prensa en las instalaciones del Senado de la República, acompañado por Laura Ballesteros, Secretaria de Gestión Ciudadana Nacional de Movimiento Ciudadano; el diputado León detalló que los trabajos de construcción de la vía ferroviaria para transporte de carga iniciaron en abril de 2023 sin transparentar los contratos y sin contar con una Manifestación de Impacto Ambiental.
Añadió que, ante la opacidad del proyecto tanto a nivel económico como ecológico, ciudadanos solicitaron la información de este a la Sedena, pero la dependencia federal indicó que no cuenta con la información solicitada. Por esta razón, este proyecto es conocido como el “Tren Fantasma”.
“Soy de Sonora y vengo a defender a mi estado. Es importante señalar y traerlo aquí al Congreso de la Unión y decir basta, un alto a la misma forma de operar las grandes obras ecocidas del Gobierno federal como Dos Bocas y el Tren Maya, obras que destruyen, devastan, quitan derechos a los pobladores”, expresó el diputado.
“El proyecto del tren en Sonora se hizo al modo de la Cuarta Transformación, se hizo afectando el rancho El Aribabi, un área de conservación ambiental, y dividir en dos el corredor Sierra Azul-El Pinito en su punto más vulnerable: el Valle del Río Cocóspera, lo cual también causará afectaciones a la presa Comaquito. Este tren se construye sin que se haya publicado ninguna Manifestación de Impacto Ambiental hasta 14 meses después de iniciada la obra”.
Además, el pasado mes de mayo, el Gobierno de Sonora decidió reservar la información referente a los convenios de avalúos y compraventa de casas y terrenos en Nogales e Ímuris vinculados al proyecto de reubicación de vías ferroviarias.
“Esto lo hacen porque periodistas independientes y activistas han investigado las irregularidades que la Sedena ha contratado una red acusada de facturera para el proceso de compra de ranchos y casas en los municipios señalados”, advirtió.
“El daño ambiental que ya provocó el tren fantasma en Sonora se realizó en total opacidad, y ahora sigue el despojo de las familias de Nogales, que también se hace sin permitirle a la población afectada el acceso la información y la certidumbre que merece”.
A su vez, Laura Ballesteros, Secretaria de Gestión Ciudadana Nacional de Movimiento Ciudadano, precisó que el Rancho El Aribabi cuenta con la certificación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas como área destinada voluntariamente a la conservación.
“El rancho ubicado entre la Sierra Azul y El Pinito que atraviesa 14 kilómetros del Río Cocóspera es preservado desde el año 2000 y ofrece cuatro climas únicos para más de 7 mil especies de plantas y animales, algunas en peligro de extinción y protegidas por Semarnat. El río protegido por más de 20 años cuenta con 13 mil hectáreas de conservación, lo cual ha permitido que el ecosistema conserve las características adecuadas para generar y almacenar agua, nutriendo a la presa el Comaquito y al Valle de Imuris”, expuso.
Asimismo, refirió que esta área afectada es un sitio de reproducción de ocelotes, una especie en peligro de extinción.
“Estas son las razones por las cuales es importante poner el reflector y sobretodo pedir transparencia e información a las Fuerzas Armadas y al Gobierno federal del Tren Fantasma que están construyendo en Sonora, porque están afectando a todas estas variables de la biodiversidad y de la cadena alimentaria de nuestro país y, además, de los recursos hidráulicos de nuestro país en plena crisis hídrica y no lo podemos permitir”, puntualizó.
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