El coordinador de la Bancada Naranja en el Senado de la República, Clemente Castañeda, aseguró que la reforma electoral promovida por Morena y el Presidente Andrés Manuel López Obrador busca la impunidad para los delincuentes electorales, así como debilitar a los órganos electorales como el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para generar incertidumbre en los procesos electorales y establecer una hegemonía antidemocrática.

 Durante la discusión del dictamen que reforma distintas leyes en materia electoral que se prolongó durante casi 24 horas, el coordinador parlamentario dijo que esta reforma es una iniciativa redactada desde el poder para mantener el poder y tiene como objetivo debilitar y dañar al sistema electoral. Aseguró que históricamente las reformas electorales han tenido propósitos como impulsar la representación política de las minorías partidistas y dotar de imparcialidad al árbitro electoral. Sin embargo, aseguró que esta propuesta busca desmantelar todo el sistema electoral basado en un profundo odio al INE.

 “Lo que está haciendo esta reforma es hacerle un traje a la medida al Presidente de la República para su estilo personal de gobernar. Es un traje a la medida del nuevo régimen que quieren instaurar, es decir: discrecionalidad para los partidos, impunidad para los candidatos y delincuentes electorales, reglas ventajosas para la mayoría y sus satélites, órganos electorales débiles y sin capacidades institucionales”, expresó.

 “Esta reforma tiene como objetivo volver a los tiempos del partido hegemónico. Es una reforma que busca crear una nueva hegemonía política a través de la destrucción institucional y lo están haciendo dañando profundamente las capacidades de la autoridad electoral, desmantelando la estructura distrital del INE, ampliando los márgenes de impunidad de los delincuentes electorales, cooptando los instrumentos del INE y del Tribunal al sellar un pacto de impunidad con sus partidos satélites otorgándoles vida artificial. Y lo más grave de todo: herir de muerte a la certidumbre que debe prevalecer en cualquier proceso electoral”.

 En ese sentido, el senador Castañeda condenó que la iniciativa no toque “ni con el pétalo de un artículo” los temas verdaderamente apremiantes en el sistema electoral como la intromisión del crimen organizado, la violencia política y el dinero sucio en las campañas electorales.

En su intervención, el senador Dante Delgado afirmó que ésta se trata de una reforma impuesta sin consenso alguno, lo que incluso ha generado indignación al interior de Morena y sus partidos aliados. Asimismo, advirtió que esta reforma propiciará fraudes electorales y conflictos poselectorales.

 “Debemos preguntarnos ¿por qué razón se debe realizar una reforma electoral sin construcción de consensos, con todas las fuerzas políticas y la opinión de especialistas y expertos? ¿Por qué razón se debe cambiar la legislación electoral a 18 meses del proceso de 2024? ¿Por qué razón se debe en la próxima elección presidencial sin haber puesto a prueba el sistema que se propone, contar votos con procedimientos que nunca se han puesto en práctica ni siquiera en una elección intermedia? ¿Por qué razón se debe propiciar una reforma electoral regresiva, tóxica e innecesaria, y provocar conflictos poselectorales motivados por fraudes o excesos desde el Gobierno?”, cuestionó.

 El también coordinador nacional de Movimiento Ciudadano dijo que es inconcebible que un Presidente que denunció en el pasado fraudes electorales ahora quiera trastocar la certeza jurídica del resultado electoral de 2024.

 “Es inadmisible, inaceptable y un acto de verdadera traición a la patria confrontar a los mexicanos y las mexicanas de diferentes regiones del país ante la incertidumbre que, sin duda, va a generar -por las medidas que se están adoptando en esta reforma regresiva- el regreso a elecciones no confiables, a elecciones fraudulentas”, puntualizó.

 El senador Luis David Ortiz aseguró que esta reforma es una de las peores arbitrariedades cometidas por el oficialismo donde la improvisación, el desprecio por el análisis técnico, la ignorancia, los caprichos personales y la falta de mesura buscan acallar el diálogo y la deliberación democrática. Afirmó que esta es la primera reforma electoral desde 1977 en la que el partido en el poder desoye las opiniones de expertos y de las fuerzas de oposición.

 A su vez, el senador Noé Castañón afirmó que esta reforma destruye las instituciones que son producto de una lucha añeja del pueblo para tener un sistema electoral confiable. Reprochó que el bloque oficialista busque por resentimiento y odio destruir todo el aparato democrático construido en los últimos 30 años con tal de quedar bien con el Presidente López Obrador.

 En tanto, la senadora Patricia Mercado lamentó que con esta reforma se disminuyan los espacios de representación para las personas indígenas, afroamericanas, migrantes, con discapacidad y de la diversidad sexual. Aseguró que con esta reforma, solamente se obligará a los partidos a postular a 25 personas de estos grupos de atención prioritaria en las candidaturas para la Cámara de Diputados, a pesar de que en los comicios pasados, el INE estableció un acuerdo para que los partidos postularan a 30 personas indígenas (21 de mayoría y 9 de representación proporcional), 8 personas con discapacidad (6 de mayoría y 2 de representación proporcional), 4 personas afromexicanas (3 de mayoría y 1 de representación proporcional), 3 personas de la diversidad sexual (2 de mayoría y 1 de representación proporcional), y 5 personas migrantes de representación proporcional (una por cada circunscripción electoral).

 Por ello, la senadora Mercado presentó una reserva para establecer en la ley que en las postulaciones para la Cámara de Diputados, los partidos postulen 21 candidaturas para personas indígenas, 10 para personas con discapacidad, 5 para personas afromexicanas, 5 para personas de la diversidad sexual, 5 para jóvenes, y 5 para las personas migrantes. Para el caso de la Cámara de Senadores, la senadora propuso postular a 6 de cada grupo. Sin embargo, esta reserva fue rechazada por el bloque oficialista.

 “Lo que me duele particularmente, lo digo con base en mi trayectoria como activista, es que esta reforma va en sentido contrario a toda la historia de la transición democrática. Esta reforma nos decepciona. En vez de convocarlos, este proceso legislativo los ha olvidado”, lamentó la legisladora.

 Por su parte, la senadora Indira Kempis aseguró que las y los senadores que avalaron esta reforma electoral pagarán en el 2024 las facturas de esta decisión unilateral. “Como en los viejos tiempos del PRI, es lo que diga el señor Presidente y se acabó. Ustedes quieren echar a la basura su propia batalla, y no les ha bastado echar a perder la lucha histórica de México que ha costado la vida de muchas personas que conscientemente defendieron nuestra libertad. Muy bien, esa es su decisión, señor Presidente. Nos vemos en el 2024 porque los traidores y las traidoras de la patria no se olvidan”, expresó.

 En su intervención, la senadora Verónica Delgadillo dijo que a México le costó mucho trabajo dejar de ser un país de un solo hombre, por lo que lamentó este “acto sin precedentes y sin pudor” para catapultar al país muchas décadas al pasado. Consideró que lejos de pasar la historia como juaristas o como Francisco I. Madero, los morenistas van a ser recordados como el caudillo despótico Antonio López de Santa Ana o como Manuel Bartlett, un tecnócrata que se robó una elección. 

 “Esta reforma nos regresa de donde venimos, otra vez a un país de un partido hegemónico y de un solo hombre. Un solo hombre que con esta reforma electoral está personificando una antigua frase de la monarquía francesa: ‘El Estado soy yo’. Él está anulando la división de Poderes porque sus legisladoras y sus legisladores están profundamente sometidos a su voluntad y a sus caprichos porque han traicionado el espíritu del Poder que representamos”, lamentó la senadora por Jalisco.

 “Esta reforma electoral le sirve única y exclusivamente a los que quieren una elección de Estado, a los que quieren permanecer y perpetuarse en el Poder”, agregó. 

 En tanto, la senadora por Nayarit, Gloria Núñez, consideró incongruente que los legisladores oficialistas digan que el INE no funciona a pesar de que este mismo órgano electoral validó la elección del 2018 en la que ganaron la Presidencia y la mayoría en el Senado. De igual manera, señaló que el INE no debe ser tocado por políticos aspirantes a un autoritarismo, políticos apasionados por concentrar el poder en una sola persona y políticos que se subordinan a las órdenes del Ejecutivo.

 La senadora Alejandra León Gastélum expuso que desde el autoritarismo no se puede fortalecer la democracia. “Vivimos en la República y no estamos para cumplir los caprichos del rey. No vamos a permitir que se les dé impunidad a los delincuentes electorales y amigos de quienes están hoy en el poder”, subrayó.

 A su vez, el senador por San Luis Potosí, Marco Gama, aseguró que esta reforma electoral es el peor embate autoritario desde la reforma electoral de 1977 porque busca destruir al INE al desaparecer su estructura ejecutiva, “lo que significa hacer pedazos su proceso autónomo de toma de decisiones, descarrilar su acumulada riqueza de experiencias electorales y volverlo en un remedo de institución plagada de incondicionales”.

 “Con este descarado y desesperado acto de voracidad por el poder está demostrando que en nuestro país no hay ninguna transformación, sino un grotesca regresión al viejo, rancio y pestilente autoritarismo presidencial que usaba el poder no para servir a la gente, sino para servirse y permanecer en él”, puntualizó.