- Mujeres trabajadoras coincidieron que ante la emergencia sanitaria es indispensable recibir apoyos que ayuden a subsanar su situación y sostener sus necesidades básicas.
- Queremos escuchar testimonios de las personas que están viviendo esta situación porque son los que hablan de la necesidad de una propuesta en este sentido, sostuvo la senadora Patricia Mercado.
- Esta iniciativa pretende ayudar por igual a todas las personas, pero abre la puerta para visibilizar y dar apoyo a más mujeres: Marcela Aguilar, representante de Nosotrxs.
Después de que el pasado miércoles 3 de junio el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano presentara ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la iniciativa de Ley del Ingreso Mínimo Vital, con la que se ayudaría a más de 20 millones de personas afectadas por la crisis económica, la senadora Patricia Mercado, como parte de la serie de conversatorios nacionales con distintos sectores de la sociedad, sostuvo un diálogo virtual con mujeres trabajadoras que vieron afectada su economía por la pandemia para profundizar el conocimiento y el alcance de dicha propuesta legislativa.
“Estos foros tienen el objetivo de escuchar testimonios de las personas que están viviendo esta situación porque finalmente esas son las voces que queremos que se escuchen. Estos testimonios son los que hablan de la necesidad de una propuesta en este sentido. Es una propuesta que es pertinente con lo que están viviendo específicamente las mujeres trabajadoras, qué está pasando y cómo esta propuesta podría aliviar la situación de falta de ingresos de las mujeres trabajadoras”, dijo.
En su participación, Marcela Aguilar, representante de Nosotrxs, explicó que la propuesta surge a partir de testimonios de trabajadoras del hogar que se quedaron sin empleo y sin ingresos. Señaló que las desigualdades estructurales se han profundizado con la pandemia y afectan desproporcionalmente a las mujeres, por lo que es muy importante visibilizarlas. “Esta iniciativa pretende ayudar por igual a todas las personas, pero abre la puerta para visibilizar y dar apoyo a más mujeres”, señaló.
En tanto, Zaira Miranda Arenas, trabajadora del sector gastronómico, comentó que se han visto seriamente afectadas porque no cuentan con un ingreso base, ni seguridad social. Externó su preocupación debido a que el sector restaurantero será uno de los últimos en ingresar a la nueva normalidad. “Queremos proteger a nuestra familia, queremos seguir el reglamento que nos han dado de quedarnos en casa. Ha sido muy difícil porque queremos quedarnos en casa, pero no hay dinero para comer y las cuentas de los servicios siguen llegando”, explicó.
Gloria Alicia García, trabajadora de mueblería, indicó que la situación ha sido muy difícil debido a los recortes al personal, algunas empresas están regresando a trabajar con 50% de su personal, pero en general son hombres. Enfatizó que todos los sectores necesitan ayuda, pero especialmente las mujeres. “La propuesta me pareció muy buena principalmente para las mujeres porque son ellas quien tienen que llevar el ingreso a la casa”, dijo.
Por otro lado, Cristina Sánchez, microempresaria del comercio electrónico, señaló que, a pesar de la importancia de las tecnologías, quienes trabajan en dicho sector se han visto afectadas. Dijo que las personas están buscando fuentes de ingreso que no requieran de una inversión inicial ante el miedo por la inestabilidad económica, por lo que el ingreso vital les ayudaría a tener la seguridad de poder emprender y llevar sustento a sus casas.
Graciela Tejeda, trabajadora del sector de la construcción, dijo que la pandemia las ha afectado mucho por el miedo a seguir con la propagación del virus y a la crisis económica. Explicó que a pesar de que han intentado apoyar con despensas se están quedando sin recursos, e inclusive, las personas se están deshaciendo de sus bienes a cambio de comida. “Las mujeres están vendiendo sus pertenencias, hay quien ofrece algún artículo a cambio de leche para su bebé”.
En dicho tenor, Gabriela Ramírez, trabajadora del hogar, expresó que se han quedado fuera del seguro de desempleo y de la seguridad social. Y si bien, han hecho grupos de apoyo entre las mujeres a cambio de su trabajo para generar ingresos, se han visto afectadas en su estado de ánimo y salud ante la incertidumbre de no saber cómo salir adelante. Por otro lado, Angélica Escobedo, trabajadora del sector transporte, comentó que ningún sindicato tiene en sus contratos una cláusula de contingencia, por lo que es una obligación plantear un ingreso vital, ya que la crisis ha caído en los hombros de las mujeres trabajadoras quienes además son madres de familia, maestras y hasta psicólogas.
Por lo anterior, María Edith Pacheco, profesora e investigadora del Colegio de México, señaló que ante la pérdida de empleos los derechos laborales han sido violentados. Explicó que es esencial que el ingreso vital se plantee como un derecho, ya que a pesar de que no resuelve todos los problemas, es un alcance sustantivo que les permitirá sostener su vida de manera digna durante la emergencia sanitaria. “El ingreso vital de emergencia se plantea como un derecho, dado que si nos quedamos en casa trabajamos para el sostenimiento de la vida”.
Antes de finalizar, Verónica Vidal, subdirectora del proyecto de derechos económicos, sociales y culturales (ProDESC), enfatizó que las condiciones laborales para las mujeres son precarias y la pandemia ha hecho énfasis en los roles de género. Por ello, indicó que esta propuesta es una oportunidad para repensar las desigualdades y sus causas estructurales y señaló que, para mejorar la propuesta se deberá repensar en función de política fiscal y laboral con enfoque de derechos humanos y desde la economía feminista.
Para concluir, la senadora ciudadana explicó que el ingreso vital es una puerta de entrada, desde una perspectiva feminista, para terminar con la división entre las trabajadoras y los trabajadores que pertenecen al sector formal e informal y que solo acentúa las desigualdades existentes.